Los adultos mayores sufren infartos con mayor frecuencia que las personas jóvenes y, en muchas ocasiones, ignoran los síntomas que advierten que están a punto de ocurrir o se confunden con situaciones de menor gravedad. Saber con exactitud las señales de un ataque al corazón y cómo actuar ante él, puede hacer la diferencia entre la vida o la muerte.
El infarto al miocardio, o en otras palabras, al corazón, sucede cuando se reduce o se bloquea el flujo de sangre que va al mismo; la obstrucción, por lo general, se debe a la acumulación de colesterol y grasa en las arterias del corazón. A estos depósitos se les llaman placas y, cuando alguna de ellas se revienta, puede llegar a formar un coágulo que impide el flujo de sangre al corazón.
Existen otras causas que pueden provocar un infarto en adultos mayores y en la población en general como las infecciones virales tipo Covid-19 que dañan el corazón; la fractura de una arteria coronaria o el endurecimiento de un vaso sanguíneo a raíz de altos niveles de colesterol o de tener malos hábitos como fumar.
Al sufrir un infarto se puede dañar o destruir alguna parte del músculo cardíaco y dejar como consecuencias arritmias, o sea, cambios en los latidos cardíacos o insuficiencia cardíaca, es decir, que el corazón no pueda bombear sangre de forma temporal, crónica o repentina.
También se puede dañar el tejido que rodea y protege el corazón o, en el peor de los casos, el corazón se detiene sin señales previas y sufre un paro.
Cuando las personas llevan malos hábitos, existen más posibilidades de sufrir un infarto. Pueden pasar años para que una persona presente señales de que algo no anda bien con su corazón, por esta razón, lo mejor es identificar cuáles son las costumbres y los factores que lo dañan. Aquí te compartimos algunos de ellos:
Según datos del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, la mitad de las personas que padecen un infarto, mueren a la hora siguiente de la aparición de los primeros síntomas y antes de haber llegado al hospital. Es por ello que es de suma importancia saber identificar los síntomas y actuar de inmediato.
En la mayoría de los casos, antes de sufrir un infarto, las personas sienten dolor en el centro o lado izquierdo del pecho, este tipo de molestia se siente como una opresión que dura algunos minutos, desaparece y vuelve a aparecer. También puede sentirse como indigestión o acidez estomacal.
Este síntoma puede ocurrir a la par del dolor de pecho, antes o después. También puede ser el único síntoma que presente una persona. En algunas ocasiones se presenta cuando el cuerpo está en reposo o realizando actividad física.
Las molestias o dolores también se pueden manifestar en el brazo izquierdo o en ambos, la espalda, hombros, mandíbula, cuello y en el estómago arriba del ombligo.
Es importante mencionar que, algunos de los síntomas pueden percibirse de forma leve o intensa, también se da el caso de que aparecen y desaparecen con el paso de las horas, los días o las semanas.
Quienes tienen diabetes o altas concentraciones de azúcar en la sangre pueden presentar síntomas muy leves o quizá no los tengan.
En hombres, el síntoma más común es el malestar o dolor en el pecho, mientras que las mujeres presentan con mayor frecuencia: náuseas, vómito, dificultad para respirar, cansancio y dolor de espalda, mandíbula y hombros. Sin embargo, debes de estar alerta a todos los síntomas que ya mencionamos anteriormente.
Cada minuto es importante y por ello no se deben desestimar los síntomas. Si la persona tiene síntomas, o sospechas de que algo sucede, lo primero, y más importante que debes hacer, es llamar al número de emergencia (911) o pedir a alguien que lo haga. Un tratamiento oportuno o un examen pueden salvarte la vida.
Es importante tener siempre a la mano toda la información de la persona: las medicinas que toma, a las que es alérgica, números telefónicos de sus familiares o a quien haya que avisar en caso de que tenga que ir al hospital. Incluso sería de ayuda tener una carpeta con su historial clínico para que ayude a los médicos a entender su situación y darle el tratamiento adecuado.
Si una persona tiene un infarto y está inconsciente se le debe hacer una maniobra de reanimación cardiopulmonar o RCP. A continuación te dejamos un video con los pasos a seguir (Aquí), pero nunca está demás considerar un curso certificado de primeros auxilios, ya que así habrá mejor capacidad de respuesta ante un infarto u otra situación.
Para prevenir un infarto o si ya se sufrió alguno, lo mejor es adoptar un estilo de vida más sano: no fumar, mantener el peso adecuado, hacer ejercicio y comer balanceado además de evitar someterse a estrés.
Si estás tomando otros medicamentos, hay que seguir un apego farmacológico al pie de la letra y, por último, pero no menos importante, hacernos revisiones periódicas para saber el estado del corazón.
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