Salud

A que no sabías esto de tu corazón...

¿El corazón se rompe? ¿Las emociones afectan tu salud? ¿Los sentimientos vienen del corazón? Hoy te contamos aquello que siempre quisiste saber del miocardio (corazón)


Mamá, papá y abuelos, siempre nos dijeron que el corazón estaba relacionado con las emociones. Nos enseñaron que esta parte del cuerpo es la responsable de dar amor y que, cuando pasamos por una fortísima etapa de desamor, el miocardio, como le dicen los expertos de la salud, puede romperse en cachitos. Pero ¿esto es verdad? ¿Se nos puede romper el corazón?

Hoy, en nuestros días, sabemos que eso no es del todo cierto y que, las emociones y los sentimientos, son generados, en su totalidad, dentro del cerebro, para ser más precisos, en el sistema límbico.

 

¿Las emociones y el corazón no tienen relación?

¿Cuál es la diferencia entre emociones y sentimientos? ¿Es lo mismo? ¿Cómo saber cuál es cuál? Sin ser muy técnicos, vamos a entender a las emociones como esas respuestas inmediatas y en nuestro cuerpo (respuestas físicas) a ciertas cosas o situaciones (estímulos). Por ejemplo: el aumento del ritmo cardiaco cuando algo nos asusta. 

A diferencia de las emociones, podemos decir que los sentimientos son aquellas interpretaciones personales y duraderas de esas emociones. Aunque tradicionalmente se asocian con el corazón, ambas se originan en el cerebro.

 

¿Por qué decimos que vienen del corazón?

Aquí una pregunta: Si no tienen relación los sentimientos y emociones con el corazón, ¿por qué se dice que de ahí vienen? Posiblemente, venga de la importancia que tiene para nosotros el corazón y el papel que juega.

Como órgano, es el encargado de mandar sangre hasta la parte más lejana del cuerpo, suministrando oxígeno y nutrientes a cada uno de los tejidos. También, elimina dióxido de carbono y otros desechos que no son necesarios. En pocas palabras, su función principal es mantenernos vivos.

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Aunque las emociones no se generan en el corazón, sí existe una gran conexión entre nuestras emociones y nuestro corazón, si hablamos en términos físicos. ¿Por qué lo decimos? No es ningún secreto que, las emociones intensas, el estrés o la tristeza, pueden afectar la de tu corazón.

Por ejemplo, si estamos estresados la presión arterial y el ritmo cardiaco subirán, y esto, a la larga, aumentará las probabilidades de tener enfermedades del corazón.

 

¿Te pueden romper el corazón?

Otro ejemplo clarísimo de la relación que existe entre las emociones, los sentimientos y el corazón, es lo que se conoce como “el síndrome del corazón roto”. Entonces, ¿el corazón se nos puede partir en dos? La respuesta es no, pero necesitamos detallar un poco más.

 

En la cultura pop, la literatura y las famosas “chick flicks” (películas románticas), es muy común escuchar “me rompieron el corazón”, el cual se atribuye directamente a una ruptura amorosa, algún cuerno o caer en la viudez, en la que la característica principal es que la separación debe ser muy fuerte. Aunque esto último, “muy fuerte”, puede ser un adjetivo muy subjetivo.

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Ok, ¿entonces sí se nos rompe el corazón? Dejando de lado lo pop, y yéndonos al lado médico-salud, el síndrome del corazón roto se llama cardiomiopatía de takotsubo. Aunque parezca trabalenguas, sí existe y ocurre cuando una persona experimenta muchísimo estrés emocional, ocasionado por la pérdida de una persona (cualquiera de los ejemplos que mencionamos antes).

 

Ahora que sabes esto, seguro te preguntarás: ¿Cómo se siente? ¿Puedo tenerlo ahorita? Los síntomas son similares a los de un ataque cardiaco, como el dolor en el pecho y dificultad para respirar. Aunque el síndrome puede ser muy grave, la mayoría de las personas se recupera con el tiempo y con el cuidado adecuado. Este es un ejemplo de cómo las emociones pueden tener un impacto físico directo en nuestro corazón.

 

 

Podemos entender que el bienestar emocional y la salud del corazón están íntimamente relacionados. Una actitud y emociones positivas pueden ayudar a proteger el corazón y mejorar la salud en general.



¿Hay forma de que no pase?

Para terminar y cerrar con broche de oro, es importante comprender que, en la relación corazón-emociones, es esencial mantener un equilibrio saludable. Es importantísimo manejar el estrés de manera efectiva por medio de técnicas de relajación, como la meditación o el yoga. Y muy de la mano, es indispensable llevar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación balanceada y ejercicio regular. 

 

Además, se recomienda monitorear regularmente la presión arterial, ya que un nivel alto de presión puede ser perjudicial para el corazón, pues aumenta la carga de trabajo que se produce en el corazón y también en los vasos sanguíneos.

 

Ahora sí, te preguntamos ¿te han roto el corazón?